Colimbo chico
Es el más pequeño de todos los colimbos, con entre 55 y 67 centímetros de longitud y entre 91 y 110 de envergadura pesando unos 1,4 kilos. Las hembras son ligeramente más pequeñas que los machos.
Se distinguen por su pico delgado y cónico con fosas nasales estrechas y largas. Éste está ligeramente curvado hacia arriba, a diferencia del del colimbo ártico que es recto. Durante el verano poseen el dorso pardo grisáceo y la cabeza gris, con una mancha de color rojo parduzco en la garganta. En invierno son más difíciles de distinguir de otros colimbos o, incluso, del arao común, teniendo un plumaje más monótono, con el rostro y pecho blanco y librea más oscura que en verano con pequeñas manchas blancas que justifican su nombre taxonómico. Los polluelos tienen al nacer un plumón marrón oscuro en el vientre y grisáceo oscuro en el dorso. Este plumaje se sustituye por un segundo plumón más claro y a continuación por las plumas juveniles.
Su cuerpo está adaptado para el buceo con las patas situadas en posición muy retrasada en el tronco. El ojo es rojizo, sobre todo en la época de apareamiento.
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